El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, agudizó el clima de desconfianza que existe entre el Ejecutivo de ese país y sus Fuerzas Armadas (FFAA), tras destituir este sábado al comandante del Ejército, el general Júlio César de Arruda.
Este no tan sorpresivo cambio, se da apenas dos semanas después de las manifestaciones de bolsonaristas radicales en Brasilia. Durante las mismas, cientos de personas tomaron las sedes de los poderes públicos en la capital del país amazónico.
REUNIÓN CON EL ALTO MANDO MILITAR
La destitución llegó un día después de la reunión que mantuvo Lula con Arruda y los comandantes de la Marina y la Aeronáutica. Durante la misma se discutieron los planes para modernizar las tres fuerzas, dijo el ministro de Defensa, José Múcio, según reseñó EFE.
La decisión se le comunicó este mismo sábado a Arruda, que deja el cargo antes de completar su primer mes al frente del Ejército.
Arruda asumió el pasado 30 de diciembre, cuando aún estaba en el poder el ahora expresidente Jair Bolsonaro, y continuó en el cargo con el Gobierno de Lula.
Según medios locales, su sustituto será el general Tomás Miguel Ribeiro Paiva, quien esta semana, en una ceremonia militar, hizo un fuerte alegato en defensa del orden democrático y del resultado de las elecciones de octubre.
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Según el diario Folha de Sao Paulo, el mandatario de izquierda tomó la decisión porque Arruda “no demostró disposición” en tomar medidas “inmediatas” para aplacar sus dudas sobre la actuación de algunos sectores militares durante las protestas de hace dos semanas.
Lula manifestó en diversas ocasiones sus dudas sobre el papel de las FFAA en relación a la invasión y los graves daños causados en las sedes de los tres poderes.
El mandatario dijo estar “convencido” de que alguien de dentro del palacio presidencial de Planalto “facilitó” la entrada de los radicales.
El miércoles, en una entrevista a GloboNews, dejó entrever nuevamente esa desconfianza. Durante la misma, criticó a las agencias de inteligencia “del Ejército, de la Policía y de la Marina”. Lula no se explica como estas no sabían que bolsonaristas radicales se estaban organizando para el asalto de Brasilia.